La mayor parte de los avistamientos de ovnis
podrían identificarse como objetos convencionales, aunque con frecuencia
esa identificación ha exigido una gran cantidad de tiempo en investigaciones.
La mayor parte de las veces los ovnis resultan ser planetas o estrellas
brillantes, aeronaves, pájaros, globos, cometas, resplandores aéreos,
nubes inhabituales, estrellas fugaces o satélites. El resto de las
apariciones pueden ser probablemente atribuidas a equivocaciones, a narraciones
imprecisas, engaños o ilusiones, aunque no es posible condenar todas
las afirmaciones hechas sobre el fenómeno.
Hay quien cree que los ovnis son naves
espaciales extraterrestres, aunque no existe ninguna evidencia científica
válida que respalde esta creencia. La posibilidad de civilizaciones
extraterrestres no es el obstáculo; la mayor parte de los científicos
admiten la posibilidad de que exista vida inteligente en alguna otra parte
del Universo. Sin embargo, no se dispone todavía de una fotografía
de ningún objeto parecido a una nave que pueda convencernos de que
es un ovni, y el método científico requiere que no se acepten
explicaciones especulativas hasta que no se descarten todas las explicaciones
más normales.
A pesar de todo, el entusiasmo por los ovnis persiste y algunos mantienen incluso haber sido secuestrados y llevadas a bordo de un ovni. (Encuentros en la tercera fase es la terminología utilizada para relatar los pretendidos encuentros entre seres humanos y visitantes de otros planetas.) Nadie ha podido aportar pruebas científicamente aceptables de estas informaciones.